martes, 18 de octubre de 2011

L'angolo, un dulce oasis.


"Oh Mall, como poder resistirnos a tu amplia variedad de tiendas que nos llaman e incitan a comprar desesperadamente, tus espacios atiborrados de gente hacen de ti un paraíso del consumismo."

Así es, hoy fui al gran Mall Plaza del Trébol Concepción-Talcahuano a acompañar a Pochita a comprar unas cosas y en este paseo se nos ocurrió ir a probar algo dulce, como saben el Mall tiene un hermoso patio de comida lleno de grasientos puestos de comida rápida en los cuales nos codeamos con un montón de personas (igual de grasientas hahaha, solo bromeo.) para conseguir esas bombas de tiempo cardiacas, sin embargo mas allá de las tierras de Kentucky pasando los valles Trogloditianos y los ríos de Coca-Cola existe un oasis llamado L’angolo. El patio de comida está al frente de donde salen los platos y hay bastantes mesas de cuatro sillas cada una, en la caja hay una vitrina para observar los dulces por si alguno quiere curiosear la oferta.

Naturalmente nos sentamos y esperamos a que nos entregaran la carta, pero había mucha gente y creo que los garzones estaban un poco desorientados ya que atendieron a tres personas antes que nosotros (gracias…) pero nada que el clásico dedo al cielo no pudiera resolver, se nos acerco uno de los nombrados y nos entrego la carta. No les miento, la decisión fue difícil, habían distintas tortas que se leían deliciosas, la torta Carola o el príncipe negro llamaron mi atención (así me habría comido a la Carola y Pochita al príncipe negro, está claro que saldría perdiendo ¿no?), pero decidimos compartir una torta cerezo blanco, yo pedí un café mocha y Pochita un jugo natural de piña.

La entrega fue casi inmediata a pesar de que las mesas estaban casi todas ocupadas, nos sirvieron un plato redondo con un trozo de torta y una salsa de frutillas zigzagueando a un costado, la torta consistía en un bizcocho de chocolate, una capa de mousse de chocolate negro y chocolate blanco terminando al tope con un ganache de chocolate blanco decorado con marrasquinos caramelizados, en cuanto a los bebestibles, el café servido en una gran taza (demasiado grande para mi gusto, podría tomar sopa en ella) y el jugo en un clásico vaso largo.
El primer bocado amigos/as, genial, la consistencia cremosa de los mousses simplemente sublimes, y el ganache de chocolate blanco fue un gran toque, ustedes se preguntaran ¿Y las cerezas?, escondidas entre el mousse de chocolate esperando a seducirnos con un pequeño toque acido dentro del empalagoso dulce, el café mocha estaba perfecto, no necesitaba azúcar, y la decoración tipo tela de araña sobre una espuma de leche hecha con caramelo le daba un toque más de preocupación en la preparación, todo bien, excepto el jugo de piña (anteriormente tuve mala suerte yo con las papas fritas de Rich ahora le toca a ella hahaha) que estaba demasiado dulce, Pochita dijo: “me dará un shock glicemico si termino esto”, así que no lo terminamos (yo suelo acabar lo que ella no come pero… fue imposible INCLUSO para mí). Pagamos no más de $3.000 cada uno y nos fuimos dulcemente por la vida del Mall plaza del trébol.
               
Les recomiendo totalmente este lugar, se nota que la pastelería tiene un toque que quizás solamente encontraremos en L’angolo, así que a los galanes que quieran sorprender a una muchacha invítenla a este lugar y caerá rendida a sus pies (si es que pagan ustedes, claro.)
Hasta luego.

2 comentarios:

  1. ooo wena le dire a mi pololo que se manifieste con esos dulces para que me conquiste aun más :-)

    karien

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  2. la idea del blog esta buena, pero en vez de un joven con cinco mil pesos, ajustemos lo a la realidad, un joven con no mas de dos mil pesos jajaja.

    (muy buena reseña)

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